Ante la posibilidad del turismo norteamericano en Cuba surgen las preguntas necesarias.

Carlos Serpa Maceira
Periodista Independiente
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Email: serpamaceira@yahoo.es


LA HABANA, Cuba - 10 de abril.- En los próximos días el presidente norteamericano Barack Obama, podría anunciar cambios en la política hacia Cuba, algo que podría permitir los viajes directos de los norteamericanos a Cuba y visitar la isla en carácter de turistas.

Mucho se especula sobre esa nueva realidad y las expectativas han aumentado significativamente por estos días, pero todo queda en la incertidumbre, cuando se tienen en cuenta las experiencias de cómo ha funcionado el turismo internacional en Cuba.

Si el Gobierno norteamericano decidiese levantar las restricciones para que sus nacionales pudiesen viajar como turistas a Cuba, caben preguntas necesarias sobre el impacto del turismo norteamericano en la isla.

¿El régimen comunista les dará a los turistas norteamericanos un trato diferente al que se les ha dado hasta ahora a los de otras nacionalidades?

¿Los ciudadanos norteamericanos podrán viajar a Cuba sin necesidad de visas otorgadas el régimen?

Actualmente los extranjeros no pueden quedarse en viviendas privadas, que no estén en servicio de alquiler ¿Podrán los norteamericanos pernoctar en casas de nacionales y tener libre acceso a todos los sitios del país?

¿El Gobierno cubano permitirá la entrada directa de los ciudadanos norteamericanos, sin la condición de los paquetes turísticos, de viajes programados y dirigidos por los agentes de turismo?

¿La Prensa del mundo libre daría cobertura y seguimiento informativo a estos sucesos si al final se produce la entrada masiva de turistas norteamericanos a Cuba?

¿Los visitantes norteamericanos aceptarían la tasa de cambio con respecto al dólar?
Recordemos que a los turistas que visitan a Cuba les descuentan el 20 % del valor del dólar en la transacción de cambio por el CUC, moneda convertible cubana que no tiene respaldo monetario internacional.

En la actualidad, según cifras oficiales del gobierno, 130 mil norteamericanos viajan anualmente a la nación cubana, a través de terceros países, violando el embargo norteamericano. Según expertos, si los norteños pudieran viajar a la Mayor de las Antillas, sin ningún tipo de restricciones, la cifra aumentaría considerablemente a casi 3 millones anualmente.

La incógnita sobre Cuba y el turismo norteamericano es un tema de preocupación, teniendo en cuenta que a través de los años, a los norteamericanos les ha encantado viajar a Cuba. El Gobierno cubano tiene la palabra.