Carlos Serpa Maceira
Periodista Independiente
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Email: serpamaceira@yahoo.es
La Habana, 19 de junio.- Son las 9:36 de la noche del 13 de Junio en la capital de Cuba. En mi teléfono móvil recibo un mensaje de texto enviado por la conocida bloguera Yoani Sánchez, “Han concedido el permiso de salida a la Doctora Hilda Molina”.
La razón triunfó, la Doctora Molina nunca desmayó en sus reclamos del derecho que le asiste de viajar a la República de Argentina para visitar a su hijo, nuera y nietos. Fue perseverante y nunca perdió la fe. La conocida neurocirujana sufrió en carne propia la intolerancia del régimen castrista, que siempre le negó el derecho de poderse encontrar con sus seres queridos.
Los cubanos no tenemos el derecho que disfrutan los ciudadanos en otros países, de viajar libremente sin el correspondiente permiso del Gobierno.
Llegar cualquier cubano de intramuros al Aeropuerto Internacional “José Martí “, en esta capital y sacar un boleto de viaje para salir fuera de la isla, es nulo, está proscrito, por lo que termina en problemas con las autoridades.
El artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos dice: “Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país”. También el artículo 10 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de la ONU destaca el derecho de salir libremente. Mientras que el 4 enfatiza: “Nadie podrá ser arbitrariamente privado del derecho a entrar en su propio país”.
La impopular restricción se inscribe en el marco de la permanente violación a los derechos humanos.
No permitirle a los cubanos el derecho de viajar, constituye una mancha para el régimen comunista en materia de derechos civiles.
El caso más reciente de la afrenta que ha constituido la prohibición de los cubanos a viajar es el de Juan Juan Almeida García, hijo del Comandante de la Revolución y miembro del Buró Político del partido Comunista de Cuba, Juan Almeida Bosque a quien en reiteradas ocasiones se la ha prohibido salir del pa’;is, incluso para recibir atención médica especializada.
Almeida García, abogado de profesión, indicó que su intención de abandonar el país no tiene motivaciones políticas. Enfatizó que desde hace varios meses ha pedido infructuosamente a las autoridades cubanas permiso de salida temporal para visitar a sus familiares en el exterior y atenderse una enfermedad reumatológica, para la cual no hay un tratamiento adecuado en Cuba.
“Solamente estoy intentando que me den el permiso de salida y nada más. Quiero el permiso de salida porque mi suegra está enferma en Estados Unidos, mi esposa y mi hija están en Estados Unidos, mis hermanas, mi sobrina. Quiero abrazar a mi familia y regresar”.
Juan Almeida García, fue arrestado el pasado 6 de mayo del 2009 junto a sesenta personas que viajaban en un autobús, bajo la sospecha de intento de salir del país por la costa sur, cerca de Marea del Portillo, un centro turístico de la provincia Granma, en el oriente de Cuba.
“Ante la falta de respuestas, la falta de salud y la falta de familia, decidí una salida ilegal del país. Ahora estoy bajo una medida cautelar, me tengo que presentar todos los martes en Villa Marista (sede de la seguridad del Estado en la Habana) y mi abogado me dice que no le dejan ver mi expediente, porque es secreto”, explicó Almeida.
El caso contra el hijo de uno de los cinco vicepresidentes del Consejo de Estado de Cuba, está radicado en el Tribunal Provincial Popular de Ciudad de la Habana.
Por otra parte, los opositores al castrismo y los defensores de los derechos humanos no se les ha permitido viajar a recoger premios otorgados por organismos internacionales.
A una representación de las Damas de Blanco, madres, esposas, tías y otros familiares de presos políticos y de conciencia, se les impidió viajar a Estrasburgo, a recoger el premio Sajarov, otorgado por el Parlamento Europeo en el año 2005.
Los medios de prensa en la isla, todos bajo el control del Partido Comunista de Cuba no hablan de éstos temas.
Ante la falta del derecho, que en Cuba no existe, como es viajar libremente a cualquier lugar sin el permiso oficial, tiene gran vigencia lo sentenciado por el Apóstol José Martí: “… Los sistemas políticos en que domina la fuerza, crean derechos que carecen totalmente de justicia y el ser vivo humano que tienda y constantemente a la independencia y al concepto de lo justo, forma en sus evoluciones rebeldes hacia su libertad oprimida y esencial, un conjunto de derechos de reconquista…”
Los cubanos han pagado con creces el precio de no poder viajar libremente fuera de su patria. La historia de la lucha contra colonizadores y dictadores en Cuba, recogerá en sus páginas cuanto han sufrido y padecido los cubanos bajo un gobierno antidemocrático y violador de las libertades fundamentales del hombre.
viernes, 19 de junio de 2009
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